CREMA DE LECHE DE COCO Y ALOE VERA

Crema hidratante para el cuerpo, manos, zonas secas o sensibles. Con un tacto muy agradable, que penetra rápidamente dejando la piel sedosa y perfumada. La leche de coco además de dar a la crema un olor delicioso, aporta propiedades para cuidar y proteger la piel.
Crema refrescante, hidratante, nutritiva, suavizante, regeneradora y protectora. Para piel normal a seca. También para la piel sensible.

Ingredientes:
Fase acuosa
70  gr leche de coco casera
15 gr agua destilada

Fase oleosa
70 gr aceite de almendras dulces
4 gr cera de abejas bio
4 gr ácido esteárico casero (emulsionante)

Aditivos
vitamina E (antioxidante)
5 gr gel de aloe vera casero
0,6% extracto de semillas de pomelo (conservante)
pH corregido con una solución de ácido cítrico

La leche de coco tiene propiedades hidratantes, suavizantes y antioxidantes. Es refrescante y adecuada para todo tipo de piel, incluso las pieles más delicadas. Proporciona humectación, revitaliza y rejuvenece la piel.Trata arrugas e imperfecciones y ayuda a mantener la piel suave y lisa. Indicado para la piel normal a seca, agrietada, sensible y las erupciones cutáneas, en las que tiene un efecto calmante. 

Es rica en selenio, elemento que resulta ser un importante antioxidante que controla los radicales libres.

El aceite de almendras dulces es muy útil para la sequedad de la piel, protegiéndola de las arrugas y estrías. Nutre, hidrata y suaviza la piel siendo rico en vitamina E, hierro y calcio. Gran poder de penetración en la piel. Reconocido antioxidante para el mantenimiento de la piel.

El gel de aloe vera contiene componentes que activan los poderes curativos de la piel. Es calmante, hidratante, purificante, cicatrizante y regenerdor. Elimina bacterias y hongos, acelera la curación de las heridas y las quemaduras, protector solar, previene las infecciones y consigue rebajar el envejecimiento. Adecuado para todo tipo de piel, con o sin problemas. Facilita la capacidad de regeneración de las células dañadas y reduce la inflamación. Refresca la piel reseca y alivia las picaduras de insectos.

Esterilizar antes los utensilios que utilicemos en la preparación, y también los tarros donde envasemos (hervir al baño-maría o limpiarlos con alcohol y dejarles secar al aire), para que no se contamine la preparación y se conserve en buenas condiciones.